¿Crees que es correcto comportarte como un ciego ante un problema o
situaciones que temes y a la vez convencerte de que ahora no es el mejor momento?
¿Cuándo llega ese momento?
La gran
mayoría de las personas canjeamos los días acumulando montones de trabajos
pendientes se podría decir que es un estilo de vida muy contemporáneo.
Pero
como todo artilugio o estilo de vida posee una letra pequeña que solemos ignorar,
en la que se puede leer que si giras la cabeza hacia un lado opuesto empeoraras
las cosas, empezando por una obstrucción de pensamientos sin fin hasta enfermar
por ansiedad o quien sabe que más.
Soy
consciente que lo que vas a leer a continuación te puede sonar raro y extraño y
a la vez creas que irreal pero sucede en
todas las personas, porque es un defecto ante las carencias emocionales, baja
autoestima o infravaloración de tu felicidad.
Todos
hemos vivido alguna experiencia que nos ha traumado o en la que nos hemos
sentido muy incómodos hasta el punto de sentirnos intimidados, amenazados o
humillados.
¿Qué hiciste al respecto?
Los
primeros días a lo mejor pensaste en ello y cerraste el problema aceptando una
disculpa y pasando hoja, ¿Pero reconociste el motivo por el cual te afecto
tanto? ¿Lo comprendiste para evitar situaciones futuras? La respuesta común se
asimila al “ya no tiene porque volver a suceder”, pero ¿Sabes que todo es
variable y condiciona a lo improvisto?
Irás
cediendo y acumulando chapas del perdón hasta que llegue una mañana que no
podrás levantarte, me refiero a los conocidos “Despertares con el pie
izquierdo” y tan solo con esa frase transcurres tus 24 horas deseando llegar a tu
cama y canjearlo para poder tacharlo de nuestro calendario.
Esos
días son advertencias de que tienes temas pendientes de gestionar, emociones,
vínculos o etapas todavía por cerrar, de afirmar o comprender; y hasta que no
te detengas y lo hagas te rodearás de discusiones y malas caras. Tus palabras,
acciones y pensamientos se envolverán
con una energía densa y pesada que fluye lentamente ensuciando tus expectativas
y manchando tus ilusiones.
De esta
forma tu mismo te estás bloqueando la oportunidad de sentirte vivo; cambiaras
tu lenguaje añadiendo el “No” en tus frases como por ejemplo: “No puedo ir a la cena porque hay gente que
no puedo ni ver”,” Nadie sabe que existo” o “Volverá a suceder lo mismo y no se porque”
Esta acumulación de problemas sin resolver la guardamos en una parte de nuestro cerebro, yo la llamo el “Cajón del Desastre”, donde encontrarás a todos tus miedos, inquietudes, problemas sin resolver, aquellos rostros que no quieres ver, tus sueños rotos, aromas de nostalgia, en resumen todo aquello que no das pie a comprender ni reconocer.
Deberás de tener en cuenta que cuando el Cajón digas basta es
basta y empezarás a enfermar. Pero tranquilo que no te vendrá por sorpresa, la
vida te ira avisando porque cada vez vivirás más acontecimientos negativos con
un plus de dolor mental, físico o energético a tu día a día. Empezarás a
codearte rodeado de personas que vibran como tú en ese Ahora y juntos
empleareis vocabulario negativo y carente de ilusión del “No quiero” o “No debo”.
Como hemos dicho es muy fácil acumular y guardar emociones,
temores, sufrimientos (…) en tu Cajón del Desastre pero
si quieres también es muy sencillo sacarlos. Tendrás que reconocer y comprender que
todo sucede por algo, ya sea por una emoción, unas palabras que te sentaron
mal, unos gestos extraños o el simple hecho de sentirte débil.
Con eso no me refiero a tener que estar todo el día atento y
reprimiendo las ganas de vivir; me refiero que antes de acostarte o en tus ratos
libres del día medites que has vivido hasta el momento y valores como te has
sentido, como has llevado la situación y porque crees que actuaste de ese modo.
A priori no te vendrá ningún pensamiento relevante pero a medida que vayas
pasando diapositivas iras viendo secuencias más tensas e interesantes de ti
mismo.
Este ejercicio no te llevara más de 5 a 10 minutos al día tú
decides si quieres implicarte más o
menos tiempo igual que también te aconsejo que si te ofuscas pares y liberes tu
mente para retomarlo más tarde, ya que no todos los problemas se solucionan en
el acto, la mayoría necesitan una solución continuada y constante tienes toda
tu vida para reconocerte ante un espejo.
Conforme vayas aplicando el ejercicio verás que tu nivel de
ansiedad irá disminuyendo y tus ganas de hacer cosas aumentaran poco a poco recuperando
tus sonrisas, fruto de la inocencia e ilusión por vivir el momento. Todo recae
en la voluntad y la constancia ante la vida, tenemos la costumbre de querer que
la gente nos proteja de sensaciones que nos hacen daño pero una vez entiendes
que tú eres el guardián y el líder de tu vida, prevendrás los sufrimientos y
las decaídas emocionales que te ciegan en muchas ocasiones.
Todo esta en nuestro corazón símbolo del Amor Universal, todos
somos energía en movimiento y en continuo crecimiento, por lo tanto toda
energía estática, hay que moverla y reciclar aquello que ya has exprimido y que
no posee un uso positivo: los residuos.
Se suele confundir el significado de Carpe Diem, ya que muchas
opiniones lo reflejan como “Vivir el momento y pasarlo bien” pero es más que
eso, se trata de vivir lo que estás haciendo en ese momento y disfrutarlo hasta
que se acabe y debas de finalizarlo para iniciar otra experiencia y te centres
en disfrutarla con todas tus ganas y sonrisas que nazcan de ella.
Despiértate, y goza de la oportunidad de vivir contigo y con los
demás.
David Boix
Imagina que vas a montar un puzzle, un paisaje que va a reflejar tu personalidad y el mundo en el que vives.
ResponderEliminarPrimero buscas una mesa vacia para volcar las fichas del puzzle, por lo que tenemos la mesa(mente) vacia y la llenamos con un monton de piezas de puzzle (rasgos de la personalidad y el dia a dia) desordenadas.
Ahora podemos hacer varias cosas:
1- voltear las piezas giradas para que todas esten boca arriba.
2- empezar a montar el puzzle tal cual esten las piezas.
3-...
A algunas personas les dara pereza voltear todas las fichas, otra gente pensara que es una tonteria, a otros ni se les pasara tal idea por la cabeza...
Si volteas las piezas tendras una perspectiva mas amplia del conjunto, si las montas siguiendo un orden iras mas rapido sin repetir piezas que ya has probado, si ademas tienes memoria localizaras mas facilmente las piezas... y asi montarias el puzzle de forma "sencilla" y rapida, pero no todo el mundo es igual.
Puede que estes mirando la pieza y no reconozcas lo que representa, asi que puedes descansar y seguir mas tarde, dejar esa ficha para el final, etc.
Estara la gente que por pereza o por ignorancia no volteara las piezas, por lo que ira montando el puzzle sin saber que piezas lo forman, o probara varias veces con la misma en el mismo sitio... asi le resultara mas costoso formar el puzzle y puede que desistan, lo dejen y no lleguen a montarlo, es decir que tendran muchas partes desordenadas y algunas que no conocen en sus cabezas, un lio o cajon de sastre.
A medida que la "mesa" va quedando despejada mediante nuestro trabajo de reconocimiento y colocacion, nuestra mente se despeja y nuestras ideas y sentimientos se aclaran.
Pongamos nuestras piezas boca arriba y ordenemoslas siguiendo un orden, la piedra en la montaña como el pez en el agua, si colocamos cada cosa en su sitio el paisaje quedara libre de nubes y la maravilla sera clara de ver a nuestros ojos, de lo contrario solo tendremos un monton de piezas revueltas sin llegar a saber como luce el paisaje que nos rodea.
Para mucha gente, montar el puzzle resultara un esfuerzo y mucha gente desconoce que existe un puzzle por montar, pero si los que si lo saben, lo montan y comparten su experiencia mostrandose como ejemplo, cada vez habra mas puzzles montados, y cada uno de esos puzzles es una pequeña pieza de otro puzzle mayor...