Esta tarde, sentado en un banco de
Barcelona junto a mi amiga empezamos a puntuar del 1 al 100, a todo
hombre que paseara por delante de nosotros y por supuesto los
candidatos poseían cualidades que nos provocaban sonrisas
inconscientes nacidas del placer, o incluso una simple pero intensa
mordedura de labio inferior. ¿Quién no ha jugado alguna vez? Parece un juego de niños pero en verdad es el reflejo
inocente del rol o el tipo de persona que despierta tus instintos
animales y sexuales, es decir la atracción física para reaccionar,
andar hacía él y saludarlo.
¿Pero es suficiente? ¿Nos conformamos
solo con esa atracción? es decir, ¿Anhelamos solo los abrazos, las
sonrisas, o las caricias que solo nos puede ofrecer una minoría?
Por qué si es así, cuidado al colgarte ciegamente de esas personas
porque solo podrán ofrecernos lo que dice su envoltorio, como una
botella de licor que nos satisface durante unos instantes, como por
ejemplo: el licor de besos o el de caricias sellado con un 40Cº de
pasión.
Poseemos la destreza y la agilidad para
cubrir y difuminar a corto plazo aquellos huecos emocionales que
muchas veces nos desesperan, o nos invade la nostalgia y nos hacen
decir en voz alta: “Me falta algo para sentirme bien o completo
ante la vida”.
Somos tan vulnerables ante la hipótesis
de la falta de orientación , que no alcanzamos la lógica y nos
aferramos a etiquetas de un licor barato, en vez de parar y meditar
si realmente vale la pena perder la cabeza y a veces el orgullo como
persona, por una atracción que solo te llenará igual que un
placebo.
Hasta el punto de estar convencidos que
todo va genial y sin perder más tiempo, vas corriendo a comentarlo
a tu mejor amiga para autoconvencerte de tus últimos pasos. Si te
detuvieras y pensaras en cada frase que dices en ese momento serías
consciente que su elaboración carece de sentido común y son
enriquecidas con interrogaciones como por ejemplo: ¿No te parece
bien? O directamente nos
tiramos al vacío con ¿Qué piensas tú sobre él, es
bueno para mi verdad?
Esa posición solo demuestran la
inseguridad ante el nuevo personaje, porque apenas prestamos atención
que esa relación es pasajera, como los billetes de turismo por ocio.
Pero no queremos reconocerlo para evitar el destape de un punto
vacío en tu alma y perder ese sentimiento, esa pieza de nuestro
rompecabezas en forma de corazón.
Donde guardamos todos y cada una de
nuestras emociones y experiencias, que te hacen reír y sonreír
mientras pasas una estupenda tarde con tu mejor compañía, jugando a
juegos inocentes y saboreando cada segundo a la vez que imaginas
situaciones desenfrenadas con tus candidatos incompletos.
Horas después cuando volvíamos hacía casa nos paramos en un escaparate donde podíamos reflejarnos lo suficiente como para ponernos 100 puntos en una escala del 0 al 100.
Horas después cuando volvíamos hacía casa nos paramos en un escaparate donde podíamos reflejarnos lo suficiente como para ponernos 100 puntos en una escala del 0 al 100.
David Boix
estupendu com sempre! *o*
ResponderEliminarés curiòs com les paraules d'un extrany poden ser tan encertades per fer-te pensar, meditar i filosofar.. en qüestions que per normal general no hauria ni considerat...
gràcies ^^
Aunque hay gente que como yo aunque nos parezca muy atractivo el enviltorio
ResponderEliminarAunque sepamos puntuarlo con una nota alta
No nos sirve de nada
Porque hasta q no sabemos q es lo q ese envoltorio guarda y vemos q eso que guarda merece la pena
No nos parece en absoluto interesante.
y somos tontos en busca del tiempo perdido
ResponderEliminarsomos tontos en la lista de las ilusiones falsas y de la gente que hace brillar las estrellas, esta claro que las estrellas son fugaces
y si no pides el deseo en ese momento las pierdes de vista. la felicidad es algo tan efimero que lo veemos y lo dejamos de ver cuando menos lo esperamos y sin embargo la tristeza la desesperacion, la angustia y el agobio parecen nubes negras que un buen dia de sol parece minutos y esos duran semanas. somos estupidos buscando lo que tenemos dentro, buscandolo fuera.
pero el tiempo es el tiempo y no nos damos cuenta cuando corremos o cuando caminamos, cuando tu meta es lejana de las otras, cuando tu reloj va demasiado rapido, cuando le falta cuerda, cuando ...
somos humanos en busqueda del tempo perdido, somos humanos...