domingo, 8 de enero de 2012

Reminiscencia



Hoy, mientras sobrevolada una parte de España, al volver casa, recordé una de mis experiencias, igual de importante que el resto, pero destacó en mi mente cuando el sol me deslumbró encima del océano de nubes blancas sin fin.

Años atrás…



Los días se consumen a la misma velocidad que las gotas de agua, cuando se deslizan por los cristales fríos de mis ventanas. Sin mirar atrás, dejando todos y cada unos de mis problemas guardados en el cajón del desastre de mi Alma, esperando una solución que no logré encontrar debido a mi ceguera ante la realidad.


Solo puedo percibir que mi entorno sigue creciendo y me estoy quedando atrás. Veo pasar a mis seres queridos logrando objetivos y metas que les hacen sonreír;  sueños que yo también quise realizar y cumplir, pero me fallé, empecé a completar frases con adverbios de negación, limitándome; y por más vueltas que le doy,  algo se me pasó por alto y por más que lo intento, no lo encuentro.

Según mis creencias, todo sucede por algún motivo, es decir aprendizaje y por regla de tres, debo de aprender cuál es la raíz de este momento, “Ahora”, para poder seguir creciendo y mejorando cada segundo que pasa en mi historia, ya que soy el protagonista, igual que el resto de los seres vivos de este bello mundo son los protagonistas de sus propias historias.
Pero debo darme prisa, no por perder el tren de la vitalidad, por qué ya estoy vivo y soy consciente de ello; sino por el aforo del cajón del desastre, temo que un día de estos pueda explotar y sacar a la luz todo aquello que no he conseguido resolver, por dejarlo al margen; y a larga, se que afectará a mi salud, a mi autoestima… hasta destruirme a mí mismo y parte de mi entorno.

Si fuera una persona conformista no debería de quejarme, poseo un trabajo, un hogar, un compañero, un puesto de estudiante de económicas… entre otros materialismos, pero no es suficiente, por qué al acostarme lloro igual que al levantarme mientras escondo mis llantos al ducharme con agua hirviendo, huyendo entre el vapor; deseando que aparezca un nuevo mundo delante de mis ojos azules y rojizos del sufrimiento interior.

Transcurrieron los días, como flechas que me atravesaban el corazón y me resucitaban al día siguiente para seguir dando vueltas y recordando quién era yo, antes de participar en este juego en forma de espiral.

Hasta que llegó un día del calendario, sin anotaciones ni compromisos, y me planté en frente de la comodidad, que me estaba desangrando, mientras tomaba una decisión, “Solamente yo ó uno más”. Y al mismo tiempo, dejé de ser un estudiante economista, deje a mi compañero y sus sueños, para poder realizar los míos y volver a sonreír.
No permitáis que todo aquello que os haga sentir mal e insatisfechos (o incompletos), se apodere de vosotros, porque solo con unas gotas de nada, pueden cegarte durante años incluso décadas. Nadie tiene el poder de cambiaros ni limitar vuestros sueños. Sólo vosotros podéis representarlos, ya que nacieron de vuestro interior, son vuestras semillas que florecerán de la forma más bella posible.


Cada uno de vosotros sois dignos de mereceros lo que os haga felices, no os detengáis ante situaciones que os lo impidan, porque os condenareis vosotros mismos.  


Puede sonar fácil… ¿Pero no somos nosotros quienes complicamos las situaciones y nuestro día a día?

David Boix 


1 comentario:

  1. Hoy por fin me voy a conectar a este trasto para leer tus entradas y contestar, coñe, tenía que hacerlo ;) Ya te dije lo obsoleta que estaba.

    www.youtube.com/watch?v=jXfmh_lPGpc

    ResponderEliminar