sábado, 18 de febrero de 2012

Sigue tus emociones



Esta tarde decidí salir a pasear por las calles de Barcelona ignorando la posibilidad de coger metro o bus. La intención de ir a dar un paseo carecía de un destino concreto, ni tampoco pretendía guiarme por las mismas calles del día a día. Hoy es el típico día en que el cuerpo y el alma me piden aventuras y estímulos imprevistos, sin esperar nada más.


Saqué el móvil del bolsillo para ponerlo en silencio, compre un botella pequeña de agua, y sin pensármelo dos veces inicié mi aventura urbana acompañado de un sol radiante y enérgico.

Durante las dos horas que estuve paseando y recorriendo calles y callejones, no hubo ningún pensamiento refiriéndose a una posible perdida de tiempo, porque en todo momento estaba satisfecho y ansioso por ver lo que me esperaba al final del callejón.

En una de las ultimas calles en las que me encontraba me sorprendió que, al girar la cabeza hacia mi lado izquierdo pude leer el rotulo de una tetería cuyo nombre “Té Quiero”. Un mensaje curioso y a la vez enternecedor que me embriagó hasta el punto de sonreír, como si al leerlo sucumbiera a una emoción dulce y agradable que me embriagaba de forma total, y a su vez mi vello se erizaba y mi imaginación logró dar un salto magnate que me transportó a otro universo.

Cuando me recuperé de mi éxtasis emocional reflexioné y me di cuenta que ya era hora de volver a casa, el mensaje fue entregado, recibido y entendido.

Por más experiencias que uno viva nunca son suficientes como para justificar que esa agua no será bebida jamás; ya que un día puedes encontrarte con una persona que te hará revivir una situación parecida pero con un enfoque distinto (independientemente de la calidez o la frialdad de la misma) que te hará recapacitar hasta darte cuenta de que todas y cada una de las experiencias son importantes.


A veces por miedo a recaer en la misma turbia historia que nos tiene traumados intentamos controlar y modificar nuestras acciones con tal de censurar aquellos gestos que realmente nos definen, sin darnos cuenta que a su vez oprimimos la apertura de una puerta que nos puede sorprender, difícil de predecir, pero a veces más satisfactorias que aquellas vivencias que intentamos pautar, ya que marcan un recuerdo perenne en el tiempo.

Cuando limitamos una parte de nosotros se genera un desequilibrio emocional y por lo tanto, una fracción de nosotros avanza mientras que otras se quedan atrás rezagadas produciendo agujeros que tapamos con placebos, placebos que nos estresan y nos distraen de los monstruos que nos persiguen.

Vivir no es hacer acto de presencia ni tampoco apuntarse a la lista de eventos marcando la opción “posible asistencia”. Más bien es atreverse a experimentar, a iniciar nuevas aventuras, porque cada día que despiertas es una oportunidad para gozar de nuevos acontecimientos.

Como siempre digo y afirmo: “Tú eres el autor de tu historia”. Tú eliges.


David Boix

1 comentario:

  1. "Bebe de todas las aguas posibles, poco o mucho, pero bebe...".

    ResponderEliminar